Nos encontramos en el fin del verano, los vientos fríos poco
a poco van apoderándose de la tierra. Los dioses de la abundancia, la
fertilidad y el verano duermen o se encuentran viajando hacia el más allá para
renacer en el solsticio de invierno algunos, o con la llegada de las primeras
fiestas primaverales como imbolc, ostara o beltane… Y nosotros nos encontramos
bajo el gobierno de los dioses que reinan más allá de las puertas de la muerte
o que las guardan.
El sueño invernal va llegando a la naturaleza, Caellach
Beara va cubriendo todo con su mando de hojarasca y los animales se preparan
para el invierno, almacenando alimento en sus escondrijos y algunos de ellos preparándose
para invernar. Otros se preparan para la escasez de alimentos del invierno alimentadote
mas y otros se preparan para abatir a los animales mas débiles que les
alimentaran en esos largos meses.
Continuamos caminando el camino que se inicio en samhain, adentrándonos
en los misterios de la muerte, de su aceptación como parte de la naturaleza,
comprendiendo cual es su función dentro del ciclo. Esta luna llena es un buen
momento para seguir en contacto con el mundo de los espíritus y seguir
trabajando con nuestros antepasados. Podemos trabajar con Cailleach Beara para
que nos ayude para comprender mejor este misterio, aceptar las perdidas y los
cambios que conlleva.
También es buen momento para trabajar con Brigid, pues ella
invento el arte de la plañidera. Brigid perdió a uno de sus hijos pues este decidió
unirse al bando contrario al de los Tuatha de Dannan, cayendo después en la
batalla. Pese haberse unido al bando enemigos Brigid como madre lloro su
perdida. Ella nos esta hablando de la necesidad de llorar a los nuestros, de
llorarles porque los hemos querido pese a que en el momento en que se han ido
lo consideremos casi un enemigo, ya que no debemos dejar que nuestro rencor
hacia otra persona vaya mas allá de la muerte.
Podemos trabajar las
perdidas sufridas durante el año o aquellas que no hemos superado. Bajo el manto
de Brigid y bajo el manto de Cailleach ya que juntas nos harán atravesar el
proceso de duelo y de superación del mismo.
Es un mes regido bajo la mano de Morrigan, la gran reina,
señora de los fantasmas… Ella conoce los misterios del mas allá y es la que le
da valor a los guerreros cuando se enfrentan a la batalla. Este mes esta diosa
es la que nos muestra el camino y nos da sus lecciones. Las lecciones de
Morrigan no son nunca fáciles, ella nos hace enfrentarnos a nosotros mismos
para crecer, aunque eso suponga obligarnos a caer y también a levantarnos.
Nos encontraremos con conflictos donde nuestro yo se vea
trastocado, obligándonos a enfrentarnos al ego y sacar lo mejor de nosotros.
También podemos elegir alguna de las facetas de la Morrigan
al que hacerle devoción, centrándonos en alguno de sus aspectos en concreto
para de ese modo trabajar un aspecto de nosotros que quedamos trabajar.
También es el momento en el que Cernnunos el verde se
convierte en Herne, el cazador o en el lado de Cernnunos conocido como el sabio
de la oscuridad. En este momento su energía se vuelve salvaje, él a atravesado
al otro lado y ya no es el señor de la vida salvaje, si no de lo inevitable. Su
lección es dura, el nos habla del fin de la materia, de cómo la muerte es consumida
por el tiempo y como de ella surge nueva vida, no como reencarnación o
renacimiento, si a través de la alimentación de otros seres y de cómo los
nutrientes de la putrefacción nutren el suelo.
No es el mensaje que nosotros podemos considerar mas agradable,
vivimos en un mundo edulcorado en el que se nos niega la presencia de la muerte
como parte del ciclo, en el que a veces se apartan a las personas ancianas de
la vista para no recordarnos que ese será nuestro final.
Herne también nos muestra el lado más salvaje de la
naturaleza, aquel que no puede ser encadenado ni gobernado por la razón humana.
Es el espíritu de lo salvaje, el viento rabioso que corta con su frío nuestros
labios y el aullido de los lobos en la oscuridad.
En esta luna podemos meditar sobre los cambios naturales
propios del corazón del otoño, meditar sobre el proceso de la caída de las
hojas, sobre las primeras nevadas en el corazón de la montaña y sobre el
significado de la muerte en nuestra vida.
También es el momento de reflexionar sobre la guerra y los
conflictos, así como la necesidad de su existencia para la evolución del ser
humano. También para meditar sobre nuestro papel en estos conflictos y como
estamos actuando en ellos. Negar la parte guerrera de nosotros mismos es la que
en ocasiones nos mantiene encadenados a los malos hábitos.
Podemos contactar con los espíritus de nuestros ancestros y
pedirles su protección para el largo invierno que nos espera. Sigue siendo un
buen momento para sacar los oráculos del cajón y pedirles a las señoras de los misterios que compartan
con nosotros un poco de su saber.
Los más valientes podéis enfrentaros al rostro de Cernnunos más
oscuro y salvaje, buscando conocer sus misterios. El os va a hablar de la
muerte de su forma más terrenal, mostrando sus implicaciones dentro del ciclo
de la vida y también os hará buscar vuestro valor interior, y lo hará de un
modo más directo de Morrigan si cabe.
A nivel de rituales es una buena noche para pedir valor y
protección, pedir la protección de esos dioses guerreros tan presentes durante
esta lunación. También es una luna en la podemos pedir por que se cierren
ciclos, del mismo modo que acaba el verano y empieza el invierno nosotros
podemos pedir por nuevos principios.
Nombres de la Luna: Luna de la Tristeza, Luna del luto, luna
del árbol…
Época del año: Octubre-Noviembre.
Signo Astrológico: Escorpio.
Divinidades de esta Luna: Morrigan, Cernnunos, Cailleach
Beara Y Brigid. (No pongo las de otros panteones porque últimamente solo
trabajo con el celta irlandés)
Colores: Negro, Rojo y Azul.
Propósitos Mágicos: Trabajar con el duelo, resolver
conflictos internos y externos, finalizar ciclos, consultar oráculos,
comunicarse con los espíritus y meditar sobre el invierno y la muerte.